Ambas tienen por objetivo convencer o persuadir a su destinatario, pero se diferencian en el para qué quieren hacerlo. Mientras la primera tiene un fin lucrativo, es decir, pretende que su destinatario compre productos o contrate un servicio, la segunda tiene un fin ideológico, pues desea que su destinatario se adhiera a un mismo punto de vista en torno a un tema.
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Productos o bienes: Elementos de consumo inmediato.
Servicios: Acciones que se espera contraten los destinatarios.
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